Un pequeño cambio en algo que no debe cambiar, es un gran cambio.
Los cambios que hacemos sin darnos cuenta o de manera inconsciente, sea por deterioro, por aprendizaje o por azar vivencial, son pequeños cambios. Ineludibles, lógicos, necesarios y esperables como que el contenido de azúcar de una fruta aumente al madurar.
Los cambios conscientes, de las cosas que deben cambiar, son buenos cambios, y tienen más cáliz de destino, que el destino mismo. Son fruto del esfuerzo, de las decisiones y a veces de la necesidad.
Los cambios forman parte del desarrollo y sirven para que puedas tener más o menos fuerza, ir más o menos despacio, incluso que consumas antes o tardes más en consumir tus recursos, los cambios modifican la eficiencia de la vida, I+D como en tu coche.
Los cambios suelen ser buenos y malos a la vez, y sobre todo sirven para cambiar, no para dejar de ser, pero si para ser algo nuevo.
Intenta no cambiar a ver en qué cambia tu vida...
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