Que no ofenda ni el que puede
y lleguen los ríos a parecer mar,
los retratos sean borato
y las palabras, sal.
A caminar donde el sol no esquive,
concluye y avanza:
tornea el acero hasta que torne soluble,
coloca en el horno el torno,
y así hasta que aparezca Escher
y traiga de Holanda organdí,
finito e infinito.
Así es como se coloca una idea
en el discernir ajeno
y luego se borra del propio
perdiendo el sentido, sentío.
Elegante, como ha de ser el Cansancio,
sin aspavientos, ni pataletas,
tomarlo con agua y cama cerca,
obviar y si se puede, sí se puede,
evitar escorzos, indeseables...
Abandonad mi persona,
también fue otra opción
la retoma con dignidad.
O un curso de mago
para aprender a barajar, cuestiones.
Las que siempre me acechan,
a pleno día, con o sin compañía,
pero no te confundas,
¿acaso crees que es poesía?
Como antaño, me despido con un beso,
manchado de paz.
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