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sábado, 26 de julio de 2014

It happen right now, no lo busques que no existe...

Pasan las noches,
pasan fatigas,
pasan las vidas
con auras esquivas.

Emulsión inestable
de problemas cumplidos
y caducados logros
que acechan cual ogro,
a lechos furtivos.

Bendita inconsciencia
las de los regresos a tientas...

Mordida sublime
a los adoquines sin fines,
de tuerca corrida
y vuelta a empezar...
¿Frenesí? qué antigüedad de vocablo,
sin maldad hablo,
a priori, desconocí las palomitas de maíz y
los besos invisiblemente danzados...
Los prefiero lanzados o directamente,
al tacto.

Garrapiñado habitual proceso,
pedir una copa más,
cuando no acompañan:
las fuerzas, las ganas, la edad ni la sal...

Quedemos bien, o
lo mejor que podamos,
sin ser jardineros...

Ambigua maravilla,
sonrisa furtiva, si te libras,
conciencia a hurtadillas.
subconsciente, inconsciente,
prolifero y pedante paramenodingio...
no lo busques que no existe...

Ambrósico licor de limón,
a melones milonados, en
millones de millas citados...

Fresco, cual servidor,
reacciones atópicas, pese
a prescribirse en anticrema,
del recetario habitual
del antídoto ideal
a la ignorancia contenida...

Quince de cada diez borrachos
están diciendo la verdad,
según fuentes políticas...
eruditoningias, y tampoco lo busques...

Embadurnas mi blog con tu alumínica mirada,
no nos pasemos de arcilla,
acata como acato, el lugar del silicato,
humilde embarrada profecía,
abarcas mi pocilga día a día,
sin suscrito estar siquiera.

Por bandera una sensación patriótica,
empieza en el cuarto que me han prestado,
termina en la CPU que pagué con beca,
y cual becada, nunca pedí más de un minuto de cocción...

Pues al final es lo que es,
y lo que es, es

Sindromealbuferado no lo busques que no existe,
aunque esté muy extendido,
la realidad siempre se fragua en los libros del pasado,
el presente es solo un paso,
si maltratamos el futuro según lo acordado,
llegamos y llenamos.
como los Rolling...

Si tu codicia te sigue incitando a no dejar párrafo suelto,
eres metódicamente aborregado y
te admiro y te admiero,
no lo busques que no existes, y tú tampoco.

Sino no le encuentras la gracia,
probablemente estés despistado,
en cuanto a acento y concordancia...
pues tal desfachatez prolifera carcajadas...

Ancho y pancho,
seres que nacieron para explicar,
mi sensación y situación...
a los que debo y agradezco totalmente este poema...

Aunque pongas un poco de tu parte,
no merece la pena[...]
[...] leer...

Véase abuso de los símbolos,
y de puntuación también... . . ..





martes, 22 de julio de 2014

Dinero, salud y amor qué guion. Qué desorientación tan extendida...

Ya no quiero que me quieran con locura,
prefiero que lo hagan con cariño, 
para qué un amor adolescente, 
prefiero el de los niños. 

Cuando no queda en común más que una estela, 
más que unos guiños y se arrojan vivencias
de manera descriptiva y con cierto desaliño...
mejor caminar cómodos, sin corsés,
sin maquillajes o corpiños.

Me sobran las limosnas,
las hadas y las definiciones habituales:
correcto, tradición, siempre...

El Santo Grial es elección,
no devoción, es convencida maratón,
El precio: convicción.

Inconsciente parece el lozano,
robusto, parece pecado,
ni a lo sano halo,
ni a lo malo palo,
ni nimbo el limbo
ni recetas a mano.

No elijas por los demás,
declara felicidad,
y juzga solo ante el espejo.

Recicla el amor, 
acopia salud y desecha dinero.

No hablo por ti, hablo por mí primero.


lunes, 7 de julio de 2014

¿Cuándo te dan la razón? Cuando esperan la razón.

He conseguido volverme inmune a la adictiva sensación momentánea de que te den la razón, esa sensación que endoenérgicamente te cobija y sacia algunas dudas y cual morfina, te calma de manera irreal durante algunos segundos, minutos e incluso días, eso ya depende de la conciencia de cada uno, pero nunca durante mucho tiempo, ni de manera permanente.

Es quizás, ese tipo de refuerzo positivo que se busca continuamente, es más, cuando la búsqueda se realiza de manera desaforada, acusa que el refuerzo positivo que ansiamos, es para aplicar meticulosamente sobre algo negativo ya realizado, evaluado y condenado por nosotros mismos, y de lo que no nos importaría ser aliviados con un: Tienes razón.

Autoengañarnos desde fuera.

Que te den la razón no sirve para reafirmarse, que te la quiten, no sirve para desprestigiarte. 

Quizás lo más sano sea perder la razón previo propio razonamiento, y ganarla de igual modo. Todo ello, aunque roce la definición de la locura, se acerca a la realidad de la cordura, más a los hechos que a las palabras e incluso a lo cotidiano que al devenir.

Al concepto de "dar la razón":

He decidido que no lo acepto, y que tampoco lo necesito y que como es obvio tampoco lo regalaré. La opinión no debe ser ni tributo, ni medicamento, al menos para el alma ajena. A nadie intentaré convencer de lo que pienso al menos de manera activa y consciente. 

Lo que sí intentaré, es abreviar mi tiempo de llamada en espera con la vida, colgaré y dejaré de esperar la llamada, espero que me quiten la razón, pero no a que nadie me la dé.

Respeto cualquier opinión, pero la verdad es que no comparto casi ninguna. No miento, por decisión propia, no por ignorancia u obligación. Y me es absolutamente indiferente lo que piensen sobre la veracidad de mis palabras cualquier individuo o departamento emocional. No necesito que nadie me entienda, me crea, tenga fe o esperanza en mí, aunque debe de ser agradable que suceda.

Los consejos no son contratos, son detalles con aroma a pasado, ha pasado a menudo, en cada vida, en cada relación y en cada trato vital con "te lo dije" como fondo y atrezzo, se confunde y se cofunde razón y realidad, argumento y certeza como telón de tan excéntrico debate.

La realidad... la realidad es arcilla para el hábil falaz, plomo y cemento para el docto, hiel para el melancólico, asumida decisión ajena para el místico, certeza para los crédulos, la realidad es seca para los hidrófobos... la realidad se ampara en disfraces teñidos con policromas razones, normalmente para agradar a la perspectiva.

La razón... es derivada de una integral compañera, volátil y arrojadiza plebeya manejada por la química del cuerpo, entre hormonas, vivencias y memoria, es cambiante imperdible mutante, y también la energía que mueve a los hombres y ante los ojos de estos, las montañas. La razón sólo vale para perderla y sólo vale si aprendes a sustituirla a tiempo. se demacra fácilmente, pues es efímera para los supervivientes y rotundamente estanca para los suicidas.

La realidad se resume, la razón no se deja. Probablemente ninguna de las dos es cierta. ¿Acierto? 

Es cierto que la realidad puede cambiar la razón, pero al contrario solo sucede con la plácida demencia, inconsciencia selectiva que activa nuestro "YO" menos productivo y desprestigia a las estimuladoras y eficientes dudas.

Por eso no me pidas que te dé la razón, pues no la tengo. Tampoco espero que me la des no la necesito, ni para guardarla. La realidad aguarda descubierta de opiniones. 

O lo que es lo mismo "me la suda".

Probablemente por mi pésima expresión escrita no consiga que entendáis nada, pero mi buena intención seguro que consigue que penséis algo. Apostando una vez más por los pensadores frente a los entendíos.

Si no has entendido nada, te diré que poner cosas en negrita, es cosa de pedantes, no sé si me darás la razón.