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jueves, 31 de diciembre de 2015

Consejo para 2016

Aprovecha el tiempo.

Deja pasar lo que tengas que dejar y ponte a fondo a solucionar lo que verdaderamente quieres solucionar.

No pierdas ni un segundo, sólo te quedan 12 meses para disculparte por eso que aún no te dio tiempo, 2016 es tu año, deja de planteártelo, tampoco te sientas mal, el orgullo a veces demora la felicidad pero una disculpa a tiempo te libera para el resto de tu vida.

Empieza a justificar tu agenda contigo mismo como prioridad, tú eres tu tesoro más preciado, demuéstrate que vales, que te encantas, que te cuidas y que quieres estar mejor que nunca en este 2016, porque seguramente con esa actitud empieces a brillar, tanto incluso que ilumines a los que tengas más cerca.

Ni se te ocurra volver a hablar mal, no pierdas ni un instante en ser descortés, maleducado, ni un instante en hablar mal de nadie, no descuides las formas, no te dejes llevar ni por un mal humor, ni por las circunstancias, controlar tus emociones no significa negarlas, toma el control y di lo que tengas que decir, pero dilo bien. En 2016 no hay palabras que estén más altas que otras, si tu lo deseas hasta el mayor desacuerdo se puede afrontar con respeto

Haz deporte todos los días, olvídate de las escaleras mecánicas, ve andando hasta la tienda, y olvídate de fines estéticos, piensa en tu salud, cánsate bien para poder descansar mejor.

Aprende a valorar lo fundamental, olvida todo lo demás, necesitas pasear y conversar más, dos de las cosas gratis que solucionan la mayoría de tus problemas. 2016 puede ser un año de caminos y charlas muy enriquecedor.

Come mejor, y sobre todo cocínalo tu mismo, disfruta, aprende, inventa, y escucha a tu cuerpo. 

Busca palabras, ni videos ni imágenes, reivindica el lenguaje, los textos y la cultura y disfruta de la sensación única que produce el arte en tu cerebro.

Ve a conciertos, a salas de exposición, disfruta en directo del trabajo que otros artistas regalan para ti, es lo que te hace humano, es lo que te alimenta el alma.

Di verdades llenas de cariño a personas que sabes que las disfrutarán, el poder de las palabras es impresionante siempre que se elijan y se trabajen para construir.

Perdona, no olvides, pero perdona, sobrevive a la ira, dulcifica el rencor mutilándolo de la venganza, y deja estar lo que tiene que estar.

Hazlo, y deja de conformarte con pensar en cambiar. Cambia y vive como decidas que tu vida ha de ser.


Todo está en tu mano. 

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Feliz 2016 Rajoy.

Le deseo lo mejor para este 2016, porque seguramente si le va bien a usted me vaya bien a mí.

Le deseo que lo pase con su familia y la gente que le aprecia, sean el número que sea. Yo no podré disfrutar de la mayoría de ellos porque casi todos han tenido que emigrar, algunos inlcuso ya tienen hijos y familias fuera de su ciudad, de su país, incluso fuera del continente. Cosas que pasan.

Le deseo que no sigan haciendo montajes con sus errores, su dificultad al hablar otros idiomas o el español mismo, sus golpes, caidas y accidentes y le deseo que se libere pronto de las puñaladas traperas que intentan propinarles desde su propio partido.

Sé que usted es buena persona, y que probablemente la inconsciencia no es un delito, la falta de inocencia quizás sí pero eso le toca a otras instancias decidirlo. Por ello le deseo que jamás tenga que pasar necesidades ni faltas, sean de alimento, salud, cultura o cordura.

En mi entorno somos gente de pocos recursos pero con gran preparación y proyección profesional, ahora mismo no disponemos de medios para realizarnos como personas por eso le deseo que sus hijos y allegados jamás tengan que recurrir al favor ni al trueque para desempeñar el papel que deseen en la sociedad.

Todo eso está en su mano, ojalá se vaya pronto y empiece a disfrutar de la vida que desea, con su sueldo vitalicio y su merecido descanso, y con un poco de suerte que la España que deja, olvide pronto lo que está pasando o pasó, no se preocupe siempre lo hace.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

La vida consiste en mantenernos cuerdos.

Así desde el 86 pasan los días.

La vida consiste en mantenernos cuerdos de eso soy consciente desde hace algún tiempo. Para esta labor elevo el tiempo a pensar sobre esas otras cosas olvidadas que componen el alma y podrían fabricar un futuro mejor, no para mí, sino para el hombre con la aspiración de no caer en la locura mala, no en la de los artistas y los genios, sino en esa locura vacía llena de inercia y de caminos con carga negativa que no conducen a nada.

Deambulo entre mis círculos que si bien gracias a mi esfuerzo personal y consciente siguen sin ser concéntricos, cada vez admito, merman y se hacen menos permeables. Parece algo casuístico al cumplir etapas vitales, o quizás tiene más que ver con la perspectiva de que lo mediocre, si conocido, parece ser menos mediocre.

Tanto merman, que algunos de mis círculos yacen inconexos entre sí, por falta de mediadores o alquimistas que enriquezcan las mezclas. Sólo se abren frente a la admiración y se refrescan por completo si el aire nuevo merece la pena.

Mis sueños evolucionan hacia una sostenible sencillez campesina con vehemente insistencia y se desdibujan entre el verde de la tierra y los preciosos colores de las estaciones, totalmente desataviados de burocracia, sistemas de crecimiento infinito y formas de esclavitud enfocadas en el sufrimiento de unos para el beneficio de otros.

Realmente sólo necesitamos cubrir nuestras necesidades fisiológicas en buena compañía a tiempo parcial. 

No importa cuántas veces sintáis que dentro del laberinto tenéis necesidades por cubrir, porque a lo único a lo que aspiráis es a tener nuevas necesidades, así os lo ha contado la propaganda, el cine o la revolución industrial pero: no es cierto. Podéis ser libres.

Ningún ascenso es comparable al de la montaña, es tan sincero que en lugar de cargarte de cosas innecesarias como el resto de los ascensos, te despoja de todo, te hace más liviano y contemplativamente más libre.

La verdad está en el campo. Es una idea que se repite en mi cabeza urbanita.

Sólo el campo legitima tu trabajo y tu esfuerzo con un fruto justo y el aliciente lo da la variable del tiempo. 

Mi cotidianidad se reestructura en hábitos más consistentes que de no ser por esta mala gestión del mundo estarían soportados por una exquisita compañía.

Tampoco paro de pensar en eso, en la compañía.

Imagino una gran parcela donde vivir en buena compañía, donde los amigos sean vecinos y las familias familia. Donde haya un huerto y una zona común para celebrar la vida y el trabajo juntos. Y muchas zonas privadas donde descansar, descansar los unos de los otros principalmente.

No sólo pienso en la compañía social, también en la emocional, en la personal y en la soledad.

Defiendo ese modelo obsoleto de complicidad y respeto donde la confianza pasa a un segundo plano. Donde no se diga no sin un argumento, una opción mejor y diferente. Defiendo ese espacio aislado lleno de barreras infranqueables para no dejar de ser tú, en pos de los dos. Ese modelo donde el cariño llega a tiempo, en dosis correctas y sin terapias de choque. De hecho es el único terreno donde creo que puede crecer el amor.

Mantenernos cuerdos no es más que aprender a diferenciar lo indispensable.

Esto implica dejar de acopiar lo demás en laberintos justificados con la excusa cultural de la evolución. 

Implica rescatar la simpleza de la suma y la resta para entender el equilibrio.

Para mantenerte cuerdo ahorra en malos momentos siempre que puedas, y ahorra en las personas que los propician y regalan, en pro de lo contrario.