Digamos que la sociedad quizás sea el reflejo de ropa que viste
y podemos decir que antes la ropa envejecía dignamente.
Cada vez el repertorio es más limitado,
los padres se asemejan más a los niños,
y la madurez se copia o se plagia,
mientras se someten a puja las verdades,
y a desconcierto los bares.
Como un "prêt a porter" de inditex
los valores duran una estación,
la calidad se degrada hasta lo efímero,
y el negocio hace el resto.
Cansado de la B,
Sea para sobres, tarjetas, burros o borregos.
Adaptamos el pie a la horma,
estamos desorientados ¿no?
No necesito que la industria solucione más problemas cotidianos,
ojalá pudiera decirle lo mismo a la educación.
El desarraigo que siento hacia lo que vivo,
me devuelve tímidamente ansias de futuro,
revolución introspectiva de estética rockera.
que encierra maquillada la elegante melancolía de un blues.
Al menos la ropa antes envejecía dignamente,
¿qué nos queda si tenemos desnudo todo, menos el alma?
