La muerte es una casualidad impuesta,
que huele a otoño y a hojas secas,
aunque estemos en verano y en plena ola de calor.
Natural de los vivos.
y de los excesos de fiesta.
La muerte es perfecta
a la hora que llega.
Funesta, acierta aciaga.
Desde que la vida es vida
la muerte es su plaga.
Suele ser puntual,
hasta el punto de inoportuna
en las más buenas gentes,
o al menos eso procede
en el sentir popular.
Aunque a veces se despista
y se olvida de la lista
a hijos de puta sin sangre
de los de tripas sin estrenar.
que me encantaría mencionar,
otro día por variar...
La muerte es de los ocios más recurrentes para el suicida,
y un saciado vaciado para los textos socarrones
de poetas cabrones
apasionados por el negro humor
y sus reacciones varias.
Una opción segura a plazo fijo,
especialmente para los enfermos crónicos
que desean seguridad.
Un paraiso fiscal donde pagar
a falta de cojones para vivir,
unas vacaciones sin tasas
en el billete de ida.
La muerte es la meta,
el ciclo y el sentido de la vida,
vivida o desvivida mereces,
una muerte digna,
Contrata una muerte de fiar,
porque maligna, la muerte esgrima
los motivos pa vivir
sobre todo a fin de mes
La muerte es la mejor historia
para convencer a los vivos
de los ciclos de la noria
y el sensato proceder.
La muerte esputa
los más espesos mocos
y es puta.
Espeso me sabe a poco
mi somera descripción
La muerte también es cosa de muertos,
pues son ellos los que la llevan con garbo
como su forma de vivir.
Y esque son ágiles vasallos los muertos
o amortajados
en el mester de descansar
hasta el hastío soporífero
de no hacer otra cosa por imposición mortal.
Pues de muertos es prolífico
morir y nada más.
La muerte es chachondeo,
y del bueno, pues no se conoce
adicto que la pruebe y se resista a abandonarla
ni siquiera un segundo
para contar a los vivos de su buqué
o su sabor.
Copioso y fecundo aroma
sin derechos de autor,
cuando la muerte asoma
conoces de su olor.
La muerte es una trágica alegría
que nos llega cada día a borbotones
como la prole de los Borbones.
La muerte brota
como los signos de puntuación,
al final, como unos buenos puntos suspensivos...
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domingo, 11 de septiembre de 2016
La muerte es una casualidad impuesta,
que huele a otoño y a hojas secas,
aunque estemos en verano y en plena ola de calor.
Natural de los vivos.
y de los excesos de fiesta.
La muerte es perfecta
a la hora que llega.
Funesta, acierta aciaga.
Desde que la vida es vida
la muerte es su plaga.
Suele ser puntual,
hasta el punto de inoportuna
en las más buenas gentes,
o al menos eso procede
en el sentir popular.
Aunque a veces se despista
y se olvida de la lista
a hijos de puta sin sangre
de los de tripas sin estrenar.
que me encantaría mencionar,
otro día por variar...
La muerte es de los ocios más recurrentes para el suicida,
y un saciado vaciado para los textos socarrones
de poetas cabrones
apasionados por el negro humor
y sus reacciones varias.
Una opción segura a plazo fijo,
especialmente para los enfermos crónicos
que desean seguridad.
Un paraiso fiscal donde pagar
a falta de cojones para vivir,
unas vacaciones sin tasas
en el billete de ida.
La muerte es la meta,
el ciclo y el sentido de la vida,
vivida o desvivida mereces,
una muerte digna,
Contrata una muerte de fiar,
porque maligna, la muerte esgrima
los motivos pa vivir
sobre todo a fin de mes
La muerte es la mejor historia
para convencer a los vivos
de los ciclos de la noria
y el sensato proceder.
La muerte esputa
los más espesos mocos
y es puta.
Espeso me sabe a poco
mi somera descripción
La muerte también es cosa de muertos,
pues son ellos los que la llevan con garbo
como su forma de vivir.
Y esque son ágiles vasallos los muertos
o amortajados
en el mester de descansar
hasta el hastío soporífero
de no hacer otra cosa por imposición mortal.
Pues de muertos es prolífico
morir y nada más.
La muerte es chachondeo,
y del bueno, pues no se conoce
adicto que la pruebe y se resista a abandonarla
ni siquiera un segundo
para contar a los vivos de su buqué
o su sabor.
Copioso y fecundo aroma
sin derechos de autor,
cuando la muerte asoma
conoces de su olor.
La muerte es una trágica alegría
que nos llega cada día a borbotones
como la prole de los Borbones.
La muerte brota
como los signos de puntuación,
al final, como unos buenos puntos suspensivos...
que huele a otoño y a hojas secas,
aunque estemos en verano y en plena ola de calor.
Natural de los vivos.
y de los excesos de fiesta.
La muerte es perfecta
a la hora que llega.
Funesta, acierta aciaga.
Desde que la vida es vida
la muerte es su plaga.
Suele ser puntual,
hasta el punto de inoportuna
en las más buenas gentes,
o al menos eso procede
en el sentir popular.
Aunque a veces se despista
y se olvida de la lista
a hijos de puta sin sangre
de los de tripas sin estrenar.
que me encantaría mencionar,
otro día por variar...
La muerte es de los ocios más recurrentes para el suicida,
y un saciado vaciado para los textos socarrones
de poetas cabrones
apasionados por el negro humor
y sus reacciones varias.
Una opción segura a plazo fijo,
especialmente para los enfermos crónicos
que desean seguridad.
Un paraiso fiscal donde pagar
a falta de cojones para vivir,
unas vacaciones sin tasas
en el billete de ida.
La muerte es la meta,
el ciclo y el sentido de la vida,
vivida o desvivida mereces,
una muerte digna,
Contrata una muerte de fiar,
porque maligna, la muerte esgrima
los motivos pa vivir
sobre todo a fin de mes
La muerte es la mejor historia
para convencer a los vivos
de los ciclos de la noria
y el sensato proceder.
La muerte esputa
los más espesos mocos
y es puta.
Espeso me sabe a poco
mi somera descripción
La muerte también es cosa de muertos,
pues son ellos los que la llevan con garbo
como su forma de vivir.
Y esque son ágiles vasallos los muertos
o amortajados
en el mester de descansar
hasta el hastío soporífero
de no hacer otra cosa por imposición mortal.
Pues de muertos es prolífico
morir y nada más.
La muerte es chachondeo,
y del bueno, pues no se conoce
adicto que la pruebe y se resista a abandonarla
ni siquiera un segundo
para contar a los vivos de su buqué
o su sabor.
Copioso y fecundo aroma
sin derechos de autor,
cuando la muerte asoma
conoces de su olor.
La muerte es una trágica alegría
que nos llega cada día a borbotones
como la prole de los Borbones.
La muerte brota
como los signos de puntuación,
al final, como unos buenos puntos suspensivos...
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