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jueves, 19 de octubre de 2017

Esperar, olvidar, morir, cambiar y volar.

Esperar,
hay que esperar
pero sólo lo que ocurra,
y mientras llega,
hacer caso
a los antojos más correctos,
sin que la vida,
que fluye,
se escurra.

Olvidar
no hay que olvidar,
ni los éxitos,
ni fracasos,
pues asumir,
disfrutar y aprender,
forman tan parte del vaso
como las gotas,
que lo colman
a destajo.

Morir,
hay que morir,
cada día un poco más,
con el afán de ser,
y disciplina al renunciar,
que no siempre
es lo que es,
que no vive
el que no muere,
ni no yace
el que pace.

Cambiar
hay que cambiar
para poder vivir,
para poder nacer,
y para ser,
más camino
que destino.
más recuerdo
menos cuerdo,
que la tangible
inteligencia
es en cienca
"adaptativo".

Volar,
no todos pueden volar
ni el que vuela
señalar
mientras lo hace:
ni otros vientos,
ni otras almas,
ni otras aves,
ni saber sabe
si subirá
o bajará
quien lo acompañe.