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domingo, 20 de abril de 2014

La verdad sobre Dios.

Dios es una idea, una buena idea, al igual que la música, la pintura, o el arte en sí, nace del hombre y para el hombre. Aunque, permitidme que os recuerde, que no todos los hombres necesitan lo mismo.

Quizás por eso, seguramente, haya diferentes dioses, para los diferentes hombres, al igual que hay diferentes obras, de diferentes artistas o creadores. Diferentes sellos, formas, motivos, matices, etc... Quizás por eso, "las gentes" de decenas de siglos atrás disfrutaban de muchos dioses, concepto acorde a la multitud de necesidades de esas épocas; y a día de hoy, no sé si por los recortes, la mayoría de la gente, por lo menos donde vivo, se conforma con uno y no para todo.

Lo que no puedo dejar de reconocer es que sin duda: Dios es la mayor creación del hombre. Siento por vuestros pomposos egos... no poder enunciarlo a la inversa. Es un concepto que respeto tremendamente, me parece una idea majestuosa, que como casi todas las ideas que así son, nace de una majestuosa necesidad.

En eso consistía. Lo que ocurre, vislumbro, es que muchas de las necesidades que cubrían los dioses las han cubierto la ciencia y cómo no, la tecnología. Ya vamos sabiendo que será más útil acudir al médico por un dolor en el pecho, que acudir a una estampa, que el sol y la lluvia concurren a nuestra cotidianidad por algunos sistemas que no dependen precisamente de la voluntad de un ente, sea este malévolo o benévolo, o que cualquier tablet con acceso a internet y algunas aplicaciones puede contestar grandes dudas, explicar enigmas cotidianos y retocar la realidad que no nos guste, sea esta resultado de por ejemplo un selfie. Cosas que hace no mucho, estaban sólo al alcance divino, y no de todos los dioses ya que photoshop y la crujía plástica, han conseguido cosas que ya quisieran algunas deidades...

Ahora bien, siento deciros que cual escultura de cera en mi porche, en agosto, se deforma cada día más la magnánima idea del Todopoderoso/s.
Ha quedado reducido a un aliciente para ingenuos crédulos, sumergidos en tristísimos problemas sin solución. De los que seguirán sin obtener consuelo ni candorosas alternativas.

Esto ocurre porque desde que la informacíón y la cultura* fluyen, no se registran milagros. Sea bien por el exhaustivo control de veracidad al que se los somete, o por divina casualidad.

Esto es una cosa que me preocupa. Exijo con más asiduidad milagros, o por el contrario como algunos avanzados ya están promoviendo, el empobrecimiento cultural del pueblo y si cabe, más prostitución de la información. Aunque no quiero desviarme del tema...

Como a toda cualquier buena idea, le nacen acreedores y apropiaciones indebidas. Ésto, en este caso lo personificaríamos como la religión. El hombre generó el gran concepto de Dios por y para sus necesidades, y unos pocos de hombres, como pasó con windows & Gates vs Jobs, se apropian y pervierten la idea, por una de peor calidad, para abaratar costes o tener más pegada comercial... y autoapropiarse de los beneficios.

Por ello, debemos entender que la/s religión/es es un robo de la propiedad intelectual y está en contra de los derechos de autor de la propia humanidad. Con el agravante de la posterior adulteración y modificación de la  buena idea.

Los religiosos/las religiones han jerarquizado, estructurado y sistematizado, como cualquier buen ladrón de ideas, la creación humana de Dios, para su propio lucro. Han generado infinidad de cánones, algunos de los que somos conscientes y otros que no, de recaudaciones, mercados, redes internas conspiradoras o adjudicaciones forzosas, en nombre de esta idea colectiva. Sin olvidar, que para tal fin se han vertido algunos litros de sangre e incluso inventado originales vejaciones que nunca provinieron de sus profetas, sí, de sus intencionados interpretes.

La religión, sus creadores y precursores, han realizado tal ejercicio de inteligencia en su mezquina apropiación que han llegado a ser los únicos beneficiarios de la idea de Dios, cosa que se aleja bastante de la idea inicial.

Clamo a la SGAE, al sentido común y a la pacífica resolución de los hechos, para que el hombre cree para el hombre, lo que el hombre necesita, y crea en lo que necesite. Para que el hombre no crea ni cree lo que otros necesitan, si éstos no les sirven, como pretenden que se les sirvan. Y que la buena idea de Dios siga contestando y explicando lo que no conocen, siempre y cuando el desconocimiento de unos no desdibuje a Dios para otros.

Porque todos no necesitamos lo mismo, ni todos con lo mismo somos iguales.

Pese a ello y a la evidencia de estas palabras y cansado de esta arraigada usurpación que impunemente sigue abasteciéndose de la creacíón colecctiva: "Exijo pues, que se actualice, como se ha venido haciendo a lo largo de toda la historia, la idea de Dios a nuestra conveniencia".

cultura*:  Entiendanme, no hago apología del nivel cultural general, pero hay que reconocer que no estamos en la Edad Media, todavía...

sábado, 19 de abril de 2014

Lo lamento pensé, pero no lo lamentaba

Me despertó el silencio.
Acostumbrado al ruido de los problemas,
fue una situación de paz sosegada
que recordaba el paso a la madurez,
de una juventud tan maltratada.

Quería arrepentirme,
pero no podía.

No podía dejar de pensar en el mundo,
las necesidades que a mí no me trababan,
arruinaban a muchos,
cualquier interés por la vida,
el arte y la guerra, o la verdad.

Como aquí, en muchos sitios,
pues no hay paraísos sin fiscalizar.
Alguien debía guiar hacia la libertad.

Emprendí la batalla,
pero de nuevo asestó el cansancio.
Era de madrugada.


Quise escribir revoluciones para los niños,
pero tenían su atención premeditadamente colmada.

Me dispuse a atacar a los adolescentes,
pero en la era de recortes y sobras de valores,
las hormonas dominaban.

Creí en la juventud,
pero a golpes fue acallada,
viví la mía en el anonimato,
tragando y pensando en la venganza,
con clandestina desgana.

Aprendí que la sinceridad
sin amor se convertía en crueldad.
Y que la necesidad agotaba
a cualquier ser vivo.
Por eso, no necesitaba.

Los adultos, adulteraron su ser
en favor del acopio,
desarrollaron un sentido acomún
para comprar vidas, sinsentidos
y teñir la realidad.
Redefinieron la felicidad y
abastecieron los cementerios,
de cosas honradas...

A los ancianos,
a diferencia de toda la historia,
ya nadie los escuchaba.

De los sabios, hasta agua brotaba,
pero lo habían conseguido, los otros
convencieron a la sed,
y sin agua la aliviaban.

Por eso acabé con él.
Descubrí el cáliz, a Pandora, lo divino
y la magia, el hostal donde paraba la felicidad,
la razón, y sobre Dios la verdad,
lo descubrí en mi tierra,
pero a nadie le importaba.

Andalucía, pensé
lo lamento, pero no lo lamentaba.
Decidí enterrar el descubrimiento,
los planos y el hallazgo de una vida.
La arrojé al fuego,
mientras su pueblo dormitaba,
arroje mis escritos, mis poemas,
y una lágrima.
Y fue poesía.





martes, 8 de abril de 2014

El arte seguirá siendo arte...

El arte seguirá siendo arte,
no reniego de la disciplina,
pero el arte seguirá siendo arte...

La academia nunca sustituirá a la vida,
pues la vida es el más completo academicismo,
aunque solo si estás atento.

No quiero aprender para crear,
quiero crear y aprender de lo creado,
pues no todos pueden disfrutar ese legado.

No envidio a los virtuosos,
pero si a los eruditos del bagaje,
no envidio a los doctos,
pues la frescura nunca surge de ellos...

Sigo y seguiré añorando la verdad de un niño,
su arte y su magia,
y seguiré admirando a todos los que hayan conseguido crecer,
sin desaprender niñeces en pos de métodos...

Nunca seguiré al que copia, sino al que crea,
seguiré enamorado de todo el que invente la rueda,
sin saber que la rueda existe,
sin saber que si persiste inventando, llegará al futuro llamado ahora...

Porque  la sensación y la devoción no se distinguen bien siempre,
y soy devoto de las sensaciones que no había sentido antes..

Porque mi objetivo es sorprender,
no cumplir... Enmudecer, no obtener...
Perseguir incómodamente lo incongruente en mi "tempo"
hasta agotarlo, para que caiga rendido a mi momento...

Porque trato a diario con lo imposible,
y ya me parece algo de toda la vida...
Porque detesto las predicciones,
casi tanto como las opiniones, y las faltas, de libertad...

La lucha no será contra lo desconocido,
ni contra lo arbitrario.
Pertrecharé contra lo mustio, lo ajado, lo mohíno,
y defenderé lo inédito, insólito, original, desconocido y/o extraño
como donde me guarecí toda una vida...

Y es que el arte seguirá siendo el arte,
que no energía, pues este si que se crea
y por desgracia se destruye...

Dejaros de herramientas y dadme resultados,
dejar al arte que fluya, dejad caminos a un lado...
El arte seguirá siendo arte...
fruto, regalo.
El desnudo del alma, para el que la porte...
El arte seguirá siendo arte..
ni pastiche, ni sayo.
árbol sin tallo...
El arte seguirá siendo arte...
si de arte, nos rodeamos...

A todos lo que os sintáis artistas,
os entiendo a diario, perdidos,
pero cabalgando...

¿No?