Poesía con saborcito añejo

Gastar contigo una vida,
enamorarme, una y otra vez,
como si fueras mi amiga,
en vez hombre y mujer...
Enamorarme en la orilla
del mar que baña tu piel,
del cielo cuando te beso...
Como yo solo sé
recordarte cada día.
Qué no te puedo perder
que las claritas del día
se vuelven anochecer.

Agarraitos tan fuerte,
que en el tranco sobre sitio,
que un ratito sin verte,
ya me vienen los delirios,
No se si son mis manías,
o que mal acostumbrao me tienes,
tate siempre cerca mia,
ca uno tiene lo que tiene...

Que no me sobra, ni farta
con lo que me das me colma
por ti pierdo hasta ganas,
de dormir cuando yo nombro,
las cosas de mi Samara

Elegir

Para qué seguir esperando, cuando sopla viento fresco
y estas en el puerto,
las oportunidades pasan, los estanques no son opciones,
prueba con los ríos, a ser posible bravíos...

El olor de la aventura, seguirá levantando ampollas
y estás en lo cierto,
nadie disfruta más el viaje ajeno, que el que no viaja,
que el que no quiere ser viajero, "preferidor" del peligro de lejos...

Envidia más las hazañas lejanas, demuestra que no quieres cambiar,
y no paras de mentir,
dices que lo intentas, ya no engañas ni a los lagos,
¿otra vez más? ¿otra oportunidad?

Patético, cómico, desligado, rizado, terco...
pero sobre todo equivocado,
desmembrado, egoísta, frívolo, manirroto
pero vive, gran delito.

Feliz disipa oxígeno, fiel a su anti-estilo,
que no se pone de moda, por problemas con los derechos de autor,
[perdonad, que sonría, son tantas personas en la cabeza mientras escribo...]

Entonces, ¿cuándo nos vamos?¿Saltamos la valla?¿Qué dirán los que tienen que decir?
Ya. Si. Lo de siempre.
No sé. Eso es legal. No lo quiero ni pensar

Así no hay quién parta quedando bien,
¿Y si no se puede quedar bien?
los trenes descarrilan, nunca parados en la estación,
prueba con los egos, da igual donde esperen...

Otro remanso de inseguridad desterrada, pues partí,
justo en la dirección contraria de donde me llevaba.
¡Qué suerte!¿Quién te llevaba?, te ayudaba ¿verdad?

Para qué seguir soportando indecisiones, cuando hierve el instinto,
¿estás distinto o me lo parece?
No me quedo, me voy como el aire.

¿Elegir?

Después de comer...

Si hasta lo mas cercano y cuidado,
se pone rancio...
Si encuentro lo que otros no encuentran,
será porque busco en otro sitio.

Nunca miro para otro lado,
si no me gusta lo que veo,
tampoco lo disfruto,
como algún retorcido en busca de empatía pensó...

Cada vez canto con más ganas a la libertad
Quizás porque,
cada vez canto menos a menudo.
Espero que el grito llegue al otro lado del abismo
antes que cobren peaje al eco.
Pero no espero respuesta.

Dedico a pensar tiempo, todos los días
que delito, lo sé, disculpadme si vosotros también pensáis
y llegáis a conclusiones diferentes,
seguramente pensemos en diferente orden.

No me equivoco, claro que lo hago,
pero solo me preocupa hacerlo ante el espejo...

Después de comer no me da tiempo a casi nad...

A Paco de Lucía, con mucha tristeza...

Sin talento, pero con sentimiento, un humilde homenaje....

Muere el flamenco...

Muere a poquitos el flamenco
las certezas caducan,
lo que nos queda, no llena.

El alma, el duende, tienen fugas,
no encuentro sutura...

Dónde vamos,
a quién seguimos,
de qué pecho mamamos,
si ahora ya ni los flamencos,
flamenco sonamos...

Duele a poquitos el alma,
las leyendas se reafirman,
la muerte confirma, con firmas...

El genio desaparece, la rabia queda,
el aire huele a desierto,
no valen los ecos,
solo el recuerdo, calma,
apacigua dolores, nuevos
inesperados, traicioneros....

Se van los que nacieron,
se van los que crecieron,
se van los que vivieron,
flamenco...
Ahora qué, dónde, cuándo...

"Perdío, con el talento perdía
me pareció que era un gigante
era el hijo Luzía,
incansable caminante,
indomable melodía..."