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lunes, 9 de mayo de 2016

Catálogo de sueños

No tengo un catálogo de sueños.
Con la bondad de la imaginación
busco fábricas de ilusión,
con buen precio, sin apegos y sin dueños.

Rebusco entre suspiros
rehuyo los espejos
no el carácter más fuerte es el más cierto,
¿es más alegre el más terco?

De la vida no presupongo nada,
para no equivocarme,
escucho, observo y cuando me deja opino.
De mientras, la recorro.

Interpretar siempre es más fácil que descubrir la verdad,
pero sigo teniendo ganas,
sigo derrochando energía,
y mientras pueda lucharé cada día
por desvivirme por la vida.

Recobro sin cheques
lo que me das eres,
lo que te doy soy,
así recupero el día de hoy.


viernes, 6 de mayo de 2016

Sufro porque soy libre

Sufro porque soy libre, 
Si fuera esclavo o borrego no sufriria.

Sufro la libertad de los soñadores,
de la elección y de la toma de decisiones.

Sufro por que vivo,
y vivo porque sueño libre,
esa es la responsabilidad incómoda
de los que pensamos por nosotros mismos.

Sufro porque no repito,
porque poca gente dices cosas, o dice algo...

Sufro porque mi agenda vital no recorre ni tacha etapas mal impuestas por palabras como correcto o sensato, y soy feliz por ello.

Sólo yo vivo como quiero vivir
Y muero cada día, por suerte, como alguien nuevo,
O como alguien viejo...

Alguien que no sabe pero quiere aprender, 
Mañana tampoco, o también...

Señalas mis caminos, ¿Y si soy yo quién los recorre,
y me salto las señales, porque de cobardes sufro también?

No aspiro a más que a mandar en mi hambre,
Y sufro porque soy libre.

Pero soy libre,
Y el sufrimiento me hace poder ser feliz.

lunes, 2 de mayo de 2016

¿Cuestión de física?

Y al final estamos por debajo de las leyes de la física y mucho más por debajo de la razón, pues reaccionamos por la imaginación a acciones que no representan la realidad de los hechos, emocionalmente rebotamos exentos de gravedad, con la gravedad de que la vida es emoción, no acción y reacción.
Sufrimos también por la primera de Newton, pues nos abandonamos a la inercia para exculparnos de la incapacidad de cambio.
Y por la segunda, pues exentos de fuerza motriz propia, buscamos ese empujón misericordioso y exógeno, que represente el cambio de dirección hacia una linea recta donde movernos con mejor camino y dirección.
Tres leyes, que no hacen más que poner de manifiesto que el sentido común parece ser cuestión física y no psicológica.