Buscar este blog

sábado, 21 de junio de 2014

Perdí un poema...

No me queda ni la silueta,
ni la idea o eco,
sólo por apuntarlo donde lo perdí,
por el cansancio me negué a rellenar
la pluma de tinta para el alma...

Ojalá hubiera hallado el hueco
que dentro de mí ocupaba
para no tenerlo que descubrir
ante la noche y hacerlo móvil.
Quedó estático y lejos de mí,
aunque no tengo certeza de ello...

Ungüento de hadas, 
ni sacia mis ansias,
ni sirve de nada,
quizás odio saltarme una espada,
culpable mi mente que a granel lanza...

Para ser sinceros, sé en quien pensaba,
pero no sé el qué, casi seguro que era un poema,
no se si llegará a problema que deje de ser...

Lo acompañan algunas imágenes que sirven de recuerdo,
o de escusa para recordar, también algunas melodías,
de las que espero mi corazón recuerde el tempo. 
De eso siempre queda algo.

Y la enseñanza del papel, siempre fiel y retornable, 
indestructible blanca tez... 







sábado, 7 de junio de 2014

El cansancio

Que no ofenda ni el que puede
y lleguen los ríos a parecer mar,
los retratos sean borato
y las palabras, sal.

A caminar donde el sol no esquive,
concluye y avanza:
tornea el acero hasta que torne soluble,
coloca en el horno el torno,
y así hasta que aparezca Escher
y traiga de Holanda organdí,
finito e infinito.

Así es como se coloca una idea
en el discernir ajeno
y luego se borra del propio
perdiendo el sentido, sentío.

Elegante, como ha de ser el Cansancio,
sin aspavientos, ni pataletas,
tomarlo con agua y cama cerca,
obviar y si se puede, sí se puede,
evitar escorzos, indeseables...

Abandonad mi persona,
también fue otra opción
la retoma con dignidad.
O un curso de mago
para aprender a barajar, cuestiones.

Las que siempre me acechan,
a pleno día, con o sin compañía,
pero no te confundas,
¿acaso crees que es poesía?

Como antaño, me despido con un beso,
manchado de paz.