Buscar este blog

lunes, 12 de diciembre de 2016

Siempre hay una mujer...

Siempre hay una mujer...
Que te salva del abismo 
que se esconde cuando pisa
y se viste de prisa
después de querer...

Siempre hay una mujer
que te empuja al precipicio
que te busca en sus olvidos
dibujando de brisa
un te quiero cautivo...

Siempre hay una mujer 
que te estruja hasta la vida...
En su matriz esquiva
el daño y el cariño
durante tres cuartos de año,
hasta que niño,
te das cuenta de que siempre
estará esa mujer...

En las cosas de la vida,
del agua y el origen
siempre hay una mujer

Siempre hay una mujer
que justifica el sueño,
el miedo y el insomnio,
por su pecho,
su cintura 
o su cabello,
el perfecto polinomio...

En las cosas que merecen la pena
siempre hay una mujer,
que pensaba en el poder...

El poder sentarte junto a sus ropas
y escucharlas, cuando como locas,
se hacen y deshacen de ver...

El poder organizar, cribar y gestionar
en su caos de frustración hormonal
el mundo, el trabajo, la calle y hogar,
sin renunciar a un perfecto acabado.

En las cosas de los hombres, y de las mujeres
siempre hay una mujer.

Siempre hay una mujer
dispuesta a enseñar, dispuesta a aprender
dispuesta a perder, y a ganar
una y otra vez...

Siempre hay una mujer 
que sonríe, que percibe y recibe,
lo que no merece,
por hacer lo que hay que hacer.

En las cosas del destino
siempre hay una mujer,
que hila fino el devenir 
y el proceder...

Siempre hay una mujer 
en el eco del camino
aún por recorrer...

Siempre hay una mujer 
dispuesta a copar el corazón
así lo usa,
para sentirse la musa
de rima y pandereta
del querer al no querer.


Siempre hay una mujer,,,