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miércoles, 8 de marzo de 2017

Vomitar, las ansias y el poder...

Mientras el poder siga formando campo semántico con "de adquisición" o, "de seducción" tendremos un gran problema con todos los daños colaterales del ostentar y el detentar.

El poder debería ser una opción de calidad, además de una demostración de cualidades y no una exhibición de vanidad. Debiera ser una responsabilidad de posición y no de presunción. Por eso cuando vemos la interminable lista de crímenes sin nombre a manos del poder, varios tipos de ansia se ponen a funcionar en nuestra aletargada conciencia.

Otros poderes sin embargo, parecen cada vez más escasos y exentos de promoción alguna. Poder olvidar es casi un reto por la realidad de las tecnologías, poder perdonar algo obsoleto.

Cada vez nos creemos menos eso de que querer es poder, y como en las épocas prerrevolucionarias nos damos cuenta de que poder es nacer. Lo que sí que me remueve la bilis es cuando se puede y no se quiere. ¿Podemos cambiarlo?

Podamos como decía el jardinero, o no, hay que intentarlo. 

lunes, 6 de marzo de 2017

Todos los búhos somos iguales...

Todos lloramos y reímos en el mismo idioma. No te desampares si te rompen el alma porque fracturada, dejará pasar la luz mejor.

No tengas miedo a los cambios y sí a lo contrario. Porque todos sentimos el tiempo aunque nos vayamos de compás...

Olvida las faltas de cordura y apoya las de vergüenza para acabar con el ridículo sentido del ridículo.

Todos sentimos que se eriza la piel delante de la emoción, del arte y de la pena por injusticia real y casi nadie hace ascos a un abrazo, a un piropo sincero o a un orgasmo.

Esfuérzate en sumar al mundo, es mucho más agradecido de lo que imaginas y olvídate de restar, sobre todo a ti mismo.

Todos olemos mal si dejamos de asearnos y nuestros desechos no son plato de buen gusto para nadie, sangramos y enfermamos, asentimos y nos enfrentamos, cantamos en la ducha y bailamos de alegría. Ojalá todos los días.

Porque tú también puedes conseguir que pase, que pase la vida, que pase la tristeza o que pase de ti. Tú también lo puedes conseguir.

Porque no importa tanto el sentimiento de procedencia como nos han vendido, y ser, es más que "ser de", ser, es más sentir que ser...

Abre tu historia a nuevos personajes, ya verás como las horas de rodaje se hacen más amenas y a duras penas, dan menos que pensar y más que vivir por el arte de contaminar. Conoce más gente, aprenderás nuevas formas de equivocarte y aprender...

Cuando escribimos, todos buscamos sentirnos representados en el que lee, ¿pero cuántas veces lo conseguimos?

Y aunque a la hora de admitirlo nos dejen solos... Merece la cena tan secreta ibérica compañía, de los búhos que miran buscando inspiración para confirmar que sus almas no están solas.

Todos somos iguales.