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domingo, 10 de diciembre de 2017

Cada vez valoro más...

Puestos a valorar, cada vez valoro más algunas cosas que parecen sencillas o evidentes, pero en realidad son auténtica sangre de unicornio. ¿No te pasa?

Cada vez valoro más a la gente que no critica. Incluso la que no comenta o no tiene la necesidad de hablar de los demás, ni siquiera para bien, porque demuestran que tienen una realidad propia y cosas que contar. demuestran que viven para algo.

Cada vez valoro más a esas personas que saben guardar un secreto, esas que respetan la intimidad y la privacidad y que no necesitan que les digas que es un secreto. ¿Nunca te ha preguntado alguien por algo personal que supuestamente nadie debería saber salvo a quién se lo comentaste? :P

Cada vez valoro más a la gente que no te cuenta su agenda, y que aprovecha cualquier conversación para divertirse. La gente que no tiene la necesidad de cumplir ni de quedar bien, la gente que realmente te ayuda a disfrutar de la vida con sólo mirarla a la cara.

Cada vez valoro más a la gente que cambia por decisión y lo hace para mejor. La gente que hace deporte, que madruga, que come sano, a que tiene éxito en base a su esfuerzo, más allá de situaciones heredadas.

Cada vez valoro más a la gente que no cambia por factores externos, a la que no cambia cuando tiene pareja, cuando se casa, cuando tiene hijos, cuando cambia de ciudad, cuando cambia de trabajo, cuando tiene más o menos éxito profesional, cuando tiene más o menos en el bolsillo.

Cada vez valoro más a la gente que coge el teléfono y que contesta a los mensajes.

Cada vez valoro más a la gente que educada, a la que no abusa de la confianza, a la siempre que puede: escatima en pedir un favor, a la que no da nada por hecho, a la que pregunta antes, a la que da las gracias, a la que usa el por favor.

Cada vez valoro más a la gente equilibrada, a la que no confunde sinceridad con crueldad, a la que no le sobran ni le faltan preguntas, a las que dan aliento a los demás sin olvidarse de si mismos...

Cada vez valoro más a las personas que hacen cosas. Mejor o peor, las hacen, no las piensan, no las cuentan, no apuntan ideas en una libreta, son personas que dedican su tiempo a convertir sus pensamientos en realidad, frente a las miradas y dedos índices de los que no hacen nada por el miedo a ser vistos tal y como ellos miran.

Cada vez valoro más a la gente humilde, no a los falsos modestos y no a los ocultos altivos. Gente que sabe sus defectos y sus virtudes. Gente a la que no les importa mostrar lo que son, pese a no ser lo que querrían ser...

Cada vez valoro más a las personas que ven más allá del envase. A los que saben diferenciar la calidad de los contenidos, independientemente de que los continentes sean o no de su gusto. Esas personas que valoran más allá de la ropa, la clase social, el peinado, la marca, o el aditivo. Esas personas que ven la calidad y no la enmascaran con el precio.

Cada vez valoro más a la gente que se adapta, gente que lo hace no porque no tenga una opción propia, no porque no tenga opinión o capacidad de decisión, sino que ceden en un generoso gesto, se acomodan y disfrutan de lo hay.

Cada vez valoro más a la gente que no es hipócrita, y que pese a decirte lo que piensan o pese a pensar distinto no hacen de esto un conflicto.

Cada vez valoro más a las personas que solucionan problemas, a las que hacen la vida más eficiente y más fácil.

Cada vez valoro más a la gente que confía en la gente, a las personas que valoran a la gente que es mejor que ellos en algún ámbito o labor y confían en su liderazgo. a las personas que confían en que se puede mejorar, y no disfrutan de la mediocridad innecesaria, la mediocridad perezosa.

Cada vez valoro más a la gente que imagina, a la gente que crea, a la que despierta algo en los demás, a la que hace pensar, a la que hace disfrutar, a los que componen la vida.

Cada vez valoro más a las personas que admirar en lugar de envidiar, a los que se alegran de verdad y no miden sus metas en base a las metas del vecino, ni sus goles ni sus faltas.

Cada vez valoro más a la gente que tiene clase, que saben estar, da igual donde, da igual con quien, da igual con qué o con cuanto. Y también valoro cada día más a la gente que valora que lo que es tener clase.

Cada vez valoro más a los que leen pequeños desahogos sin imágenes.