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jueves, 1 de enero de 2015

Reflexion 2014 la amistad de Facebook

El otro día me quedé un buen rato pensando sobre la amistad virtual ¿o no?, sí creo que sí, en concreto en la relación real que hay con los amigos en redes sociales y demás, o casi más que en la realidad, en la calidad y/o utilidad de las mismas. Como comprenderéis no me preocupa el tema de hacerle publicidad a facebook en mi muy concurrido e influyente blog.


Así que chascarrillo aparte, voy a compartir con vosotros lo que observé de las amistades de facebook.

El otro día, estrenando mi Ipad Mini, (regalazo de Papa Noel que no merezco y que me costo asimilar por eso de que yo no soy muy de recibir regalos a no ser que sea aceite o productos ibéricos de sitios recónditos dónde no llega internet, ahí lo dejo...) me ocurrió que no podía compartir un contenido de facebook en el muro de un amigo, seguramente por mi novata ignorancia en el mundo tablet, así que decidí no muy conforme publicarlo en mi muro, con la esperanza de que este amigo lo viera o con la efímera promesa de referenciárselo en otro momento.

Esto me hizo pensar durante un rato, en el concepto de compartir online y en definitiva de la amistad online. ¿Cómo podía ser para mí más importante que esa persona concreta visionara ese contenido a que yo lo expusiera de manera visible a todos mis contactos?

La respuesta cómo la mayoría de las veces era la cantidad, esa componente que abarca multitud de problemas, y que se soluciona sustituyéndola en la ecuación por una sencilla minoría.

Seguí pensando y sin especial iluminación ni mucho menos primicia, me di cuenta de que realmente no me importan la mayoría de las cosas de mis a día de hoy 381 amigos de facebook.

La mayoría son gente con la que ni siquiera hablo y que no trato en persona, simplemente porque no quiero, o porque no tenemos ese tipo de relación.

La sorpresa me llegó cuando después de un rato me dí cuenta que la gente con la que interactuo no sólo son una minoría, sino que además no los conozco. Son gente que admiro o con la que comparto gustos y aficiones desde la distancia y que en la mayoría de las ocasiones su contenido se me cuela por los ojos infinitamente antes que el de un familiar o amigo que veo relativamente de manera asidua. Muy relativamente hablando.

No deja de impresionarme el pensar en cuantas veces esa minoría lejana hace "me gusta" en una publicación o comparte, o simplemente disfruta uno de mis contenidos respecto de las veces que lo hace la mayoría, esa masa "cercana" que seguramente no sepa lo que pienso, porque lo voy a compartir mediante este post en mi facebook.

Os deseo un feliz año a todos, sea una basura nuestra teleamistad o no. En cualquier caso la teleamistad es cosas de dos, y no puedo exigirte que entiendas absolutamente nada de lo dicho.


Un brindis por el año, por las minorías que no aspiran a dejar de serlo y por la coherencia que es la felicidad de los que tienen una vida compleja. Un beso, muchas amistades 1.0  y sexo si estáis en edad de tenerlo.

Os dejo un verso que define muchas de mis relaciones:

"Cuando tu me querías pusiste un árbol en mi puerta 
y ahora que no me quieres no puedo sacar el coche"

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