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lunes, 2 de abril de 2018

El cubano con su mismo cubaneo

El cubano está habituado a ser cubano, y espera sentado en el escalón del soportal que fue señorial, a que alguien venga y lo deshabitúe. Azaroso disfruta de su miseria que no siempre es real, lo mismo pienso, le ocurre a su alegría.

Algunos yacen rotos de desilusión en el sofá, tendidos frente a un plasma que por su estrechez no les permite también vender en artesanía el equivalente a la gitana y al toro. Aunque no hablemos de res que es un tema complicado.

Siempre nos quedará la música, a posta o por propina, y la gente que la baila que alguno incluso se compadece del visitante, y le regala un par de pasos a los más arrítmicos, cual movimientos sísmicos de tremenda cultura.

El cubano, al menos en Cuba, tiene tres caras para la misma moneda. Saben lo que es tirar la tarralla, y también vender la langosta, y así la supervivencia, aunque angosta, pasa de pesos a dolares en viaje de vuelta, que nunca de ida.

Cuba no deja de ser cuba por el mismo motivo por el Disney Land, no deja de ser Disney Land, cuba es rentable y estable. Sufre del peor capitalismo, vestido de irreales monodósis impuestas. Sufre de robos, desigualdad e incoherencia de sus dirigentes, como en cualquier parte del mundo sufre la gente, eso sí, sufre de todo menos de pánico.

Escasez hay escasez en Cuba, y mostradores vacíos y playas buenas y malas, pero todos lucen la escasez con opulencia y hasta te venden la miseria, y te visten los frijoles, para marcar goles a la economía del visitante.

El verdadero problema de cuba es lo que viene, y espero que más allá de sus escenarios y lienzos, rebosen arte, para salir del negocio de hamaquero y puedan depender de sí para sí. Pues si ya pecan de envidia de cubano a cubano, cuando la realidad global estalle ¡Ay mi hermano!

No estáis sólos que también se convierten en zombies, aunque esta labor la dejan para las plazas, modelo exportable que puede que algún día llegue al resto del mundo, en lo que al uso del Smartphone se refiere.

Y es que el que a Cuba quiere, no requiere de visita, que a veces es mejor la cultura que grita, desde más lejos, no tan cerquita...



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