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martes, 26 de mayo de 2015

El Hambre.

Hambre de ti,
de tus caricias
y suspiros rotos
que me aguardan cuando lloro
con un lento respirar.

Durmiente.

Celos del tiempo
de la huella que dejó
en los momentos
que pasaron junto a ti,
el amor y sus arrugas.

De mirarte y no verte
y de verte sin mirarte
sin saber donde buscar,
encontrarte.

Distinta, diferente.

Desteñida,

Hambre de ti,
de las plazas y los ríos,
de su lento envejecer,
seamos uno, seamos tres.

Desiguales.

De los actos hechos,
de hacer y yacer,
deshechos, de hecho
por el roce y a veces por la piel.

Desierto.

Con hambre y harto
de esquirlas, desaires
y cinchas, de guías
y patrones que seguir,
sin marineros.

Con hambre y sin ganas,
salvemos a la postre,
buscaremos donde estés.
Si estás.

Desnudo. desorientado

Desoccidentalizado.

Cruda, de la carne,
los enseres. buen trato,
a la hora de comer,
da igual si fría.
el hambre,
sigue siendo mía.






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