A cada lágrima un beso,
a cada fallo un acierto,
a cada problema una sonrisa,
a cada fracaso un proyecto...
A cada lágrima un poema
a cada pena una fiesta
a cada dolor una hierba
a cada nata su fresa...
A cada firmeza su siesta
a cada sabio su deuda
a cada insomnio su senda
a cada trabajo su escuela...
Qué encharcadas la palabras
en sequía de ambivalencias
Que dolorido el lenguaje
de las entrañas sabiendas...
Ya no distingo, entre la noche y el día
todo parecen reproches, del alma mía
nacen malcriados índices,
señalando hipocresías...
Mueren ricos como príncipes
los folios que me atavían,
la prosa que me cobija
aspirando a poesía...
Quién si ni yo mando en la duquelas mías
según la hora, según el día,
donde más cansancio, más ironía...
A cada lagrima un post
a cada aplauso un adios
a cada espejo un guiño
y a cada perdón un error...
No hay comentarios:
Publicar un comentario