Buscar este blog

viernes, 6 de septiembre de 2013

Una lanza a favor del rencor y contra la confianza...

La confianza es la mayor malcriada de las actitudes para las relaciones sociales, es una niña pija que exige mucho más de lo que necesita.
 
Es una tarjeta de crédito sin techo. Un para siempre, difícil de sostener.

Es una obra enorme, colosal, obelística, hecha de bolas de azúcar, nunca de moca. De tal magnitud hablamos, que conformarla tarda exactamente una vida entera, exigiendo de un mantenimiento constante y exhaustivo y aun así sólo lleva de un instante demolerla.

En 'post' y en contra de la confianza, blando una espada de oro en defensa del rencor, fiel e instructivo. Por favor, no confundir con la venganza y entendedme bien, sólo hablo en defensa de un rencor light y descafeinado.

Ya está bien de hipocresías 'miasmáticas', el rencor reside en nosotros, y forma parte de los animales y las cosas, de las personas, del clima y de la tierra, de hecho creo fehacientemente que la experiencia nos enseña e incluso nos adapta mediante un 'rencor genético'. Seguro que Darwing pensaba en el rencor y en las mutaciones de manera sincrónica...

El rencor es o ha de ser, un perdón meticuloso e inteligente, es otro, quizás otros sacos a parte, pues valga la aliteración calambur: no me diréis que mediréis a todos con la misma vara de medir... 

Si queréis empezar a ser honestos con vosotros mismos y sois principiantes en ello, yo empezaría a funcionar con dos sacos:

Un servidor sacó un saco hace ya mucho, para esa confianza blanca, como los versos blancos, sin rima, puede incluso que sin adornos pero es esa confianza comedida, con medida y sin comedia, esa confianza necesita un saco muy especial, de seda probablemente. Valgan de nuevo los recursos.

Por suerte y buen gusto este saco lo veo casi medio lleno... no se lo lleva el aire.

·Y otro saco saqué hace menos, pero llena antes, incluso hasta el reponer, para esa confianza policrómica, para no gastar más sacos diríamos que almacena bien desde una confianza hueso, o marfil,  ya que no quiero ser tan ilustrativo y usar el blanco roto, hasta quizás el negro, la ausencia de luz llena del resto de los colores. 

Este es mi secreto, ahí guardo esas relaciones que han requerido de un perdón, de dos, de mil, o incluso han llegado a no merecerlo.

Permitidme ahora, que como dice la sabiduría popular: 'que no los meta a todos en el mismo saco'

Por eso queridos insensatos, queridos candorosos y queridos tartufos, no regaléis mala prensa al rencor, pues es más sabio que el olvido y más noble que la vendetta, es ancestral y probablemente encarriló antaño los miedos de hogaño y para bien,  reside en todos y cada uno de los seres y es lo único que pone en enjundia el discurso del perdón.

*Perdona pero no olvides, no tiene ni mérito, ni utilidad tu amnésica actitud. Sin amnistías.
*Si eres de los que no perdonas, perdona. Y perdona, no tenias que haber leído nada.
*Si eres de los que eres perdonado a menudo, recuerda que la confianza la rompiste en el primer instante, no pongas metas a la reconstrucción, instaré a que paren la obra.
*Si tu rencor lo maneja la venganza, pobre de tí, pues la inquina hiere más a jinete que a la diana. Te falta perspectiva para ver que tu lanza es curva.
*Si normalmente no eres perdonado tantas veces como quisiste, valoro a la gente que te has ido encontrado en la vida.
*Y si eres de los que no falla, pasa quítate los zapatos y toma algo de la nevera, que hay confianza.


Gracias a todos por ayudarme a escribir este 'post' y permitid que sonría socarronamente con esta ultima linea.

06/SEP/2013


No hay comentarios:

Publicar un comentario