Solicitud de abrazo:
"Abrázame como si intentaras atrapar una verdad entre nosotros, como si quisieras resucitar las palabras de ese bolígrafo con la tinta yerma que ya solo rompe el papel. Disculpa que te lo pida así, disculpa el cáliz de "por si acaso", siempre cabrán entre nosotros, libros, alguna canción y unos pasos, porque todo eso es un abrazo, son abrazos.
No puedo esperar ni un segundo más ese aquí estoy y que más da si estaré, porque si te vuelvo a ver te abrazaré. Abrázame, déjame volver a vivir ese momento dilatado de tierna melancolía lleno de melodías mágicas, que hace olvidar incluso algún suspiro.
Y aunque siempre dije que la verdad es un estado de ánimo, ya no importa el ánimo, cuando te digo que los sentimientos baratos, como las mentiras curradas, salen caros, no lo digo lo recalco,
Con un abrazo nos escapamos de todo eso y mucho más, eso seguro."
Pedidlo así. No falla, y si no os lo dan, dadlo. No regaléis abrazos, dadlos. Son mejor que cualquier beso, son un legado que dura justo la eternidad de los instantes irrepetibles, ese otro tipo de eternidad, que no consiste en "para siempres"; sí, en parar el tiempo, y traer el "siempre" al presente más inmediato.
No os preocupéis si los dais u os los dan, siempre será perfecto. Para abrazar bien sólo se hace falta haber echado mucho de menos un abrazo.
Abrazos, bonitos lazos. JUL/2013
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